... Rain Man ... I Duatlon de Campillos (Circuito Provincial de Málaga)

Amaneció nublado, oscuro, negro... Estaba convencido de que llovería, sí o sí. Pero de todas formas estaba decidido a plantarme en Campillos. Durante el trayecto: lluvia, viento y niebla. Sin embargo, como por arte de magia, curva a izquierdas, aparece un despejado Campillos ante nuestros ojos. Perita!! Un desayuno "cateto" y a montar el "chiringuito". Hay que resaltar lo bonita que estaba la alameda principal.


Duatletas listos!! Ya!! A correr toca... y a correr me pongo. Malas sensaciones en los primeros 500 mts hasta que encuentro mi ritmo y mi sitio. Primera vuelta al circuito (2.5 km), luchando contra el desánimo de ver que hay nivel y que, a pesar de estar corriendo bien, no voy muy bien clasificado. Segunda vuelta, mejor cara, mejores sensaciones, mejor ritmo y mejor posición. Empiezo a pasarlo bien en carrera... cansado, ahogado, estresado pero feliz y contento... me gusta la sensación.

Transición algo lenta, o eso me pareció. Viendo los tiempos parece que no fue tan lenta y que me permitió comenzar el tramo en bicicleta con algunos segundos de ventaja de mis inmediatos perseguidores.


Flipantes primeros 5 km en bici. Chupo rueda como un guarro, me protejo del viento, vuelo y no siento ni siquiera el corazón alterado. Pienso que si sigo así me iban a colocar en buena posición. Sin embargo, la peña se enfada, se lanzan gritos y algún insulto, el grupo se rompe y, aconsejado por mi inexperiencia, decido pasar del primer grupito, aunque podria haber seguido enganchado. Con el viento en contra y sin protección es otro cantar. Una chica muy jovencita y un chaval con mtb me sirven de referencia para ir mejorando el ritmo. Cuando llego hasta ellos, el "mtbero" se descuelga y me quedo con la chica. Le ofrezco colaboración pero, a los pocos kms., me dice que no puede que se queda detrás mía hasta donde pueda y que, por favor, no me enfade. Pedido así como me iba a negar.
Me planto en Campillos aminorando el ritmo para poder hacer mi primera transición "técnicamente correcta", pero sin perder de vista a un grupito que me saca algunos segundos. Nada!! no consigo sacar el segundo pie de la zapatilla al primer intento y, por miedo a caerme, decido hacer la transición más "hortera" del mundo. Un pie descalzo y el otro con la zapatilla ciclista puesta. Clic, clac, clic, clac... Y una transición buena (para mí), pero pierdo otros cuantos segundos.

Las piernas pesan toneladas y, aunque no voy excesivamente fatigado, tengo la sensación de no poder ir más rápido. Tengo a dos participantes a unos 150 mts pero no tengo el ritmo adecuado para pillarlos, o eso creía. De pronto, tras comenzar una subidita por las calles del pueblo, las piernas empiezan a soltarse y el ritmo se me hace fácil. Paso de pensar que no los voy a pillar a pensar cómo y cuando quiero echarles el cable y descolgarlos para no pasar apuros. Al final:

Puesto 85 - 1:14:59
Tramo 1 - 19:13
Tramo 2 - 45:55
Tramo 3 - 9:51

Abrazos, besos, fotos, mi Teresita como mejor trofeo posible y la última gran sorpresa del día... Ducha en el polideportivo con agua fría!! helada!!

La delgada linea roja

... ¿Os acordais de la película?... ¿Esa en la que los dichosos americanos deciden conquistar una maldita colina aunque les cueste la vida de unos cuantos soldados?. Pues esa misma sensación de incredulidad me quedó tras correr la Media Maratón de Torremolinos.

Torremolinos es conocido en el mundo entero por sus playas, sus chiringuitos, los espetos de sardinas bañados en cervecita fresquita, por Fernando Esteso y Andrés Pajares correteando tras suecas despampanantes que ahora rondaran los sesenta años, y por un largo etcétera de cosas relacionadas con el ocio y la diversión veraniega (de acuerdo, también por haberse convertido en el oasis gay del sur de España). Pero nunca se me habría pasado por la cabeza que, tras haber corrido su Media Maratón, el nombre de Torremolinos evocaría en mi mente la imagen de una colina difícil de conquistar.

¿Quién decía que no había cuestas en Torremolinos? Una de dos, o habia cuestas (y haberlas, había) o correr dos Medias en una semana es mucho tirón para mí. Supongo que, como en la vida, había un poco de todo.

Me gustó la carrera, me gustó el ambiente, me gustó correr con mi compañero de facultad Enrique, que se enfrentaba por primera vez a la distancia, y me gustó comprobar que se puede organizar una bonita prueba sin que los participantes costeen ni una botellita de agua (inscripción 0).

El primer 10.000 lo hice a ritmo bajo acompañando a Enrique y cuidando la musculatura ante alguna posible sobrecarga que me impidiera enfrentarme a nuevos retos. Enrique lo bordó, 1:49 al final, pasando el 10.000 en su mejor marca personal. Un figura!!!! A mi me resultó muy difícil cambiar de ritmo y sólo pude hacer 1:42:30. Llegué realmente vacío y el único cambio de ritmo que pude hacer en el último kilómetro fue al llegar a meta y pararme.

Sólo participamos 8-9 compañeros del Málaga99 pero el buen rollo del club se hace patente en cualquier sitio en el que nos encontremos.

Hearing: Llantos y tonterías de los niños de Fama.

Próxima aventura: Duatlon "Ciudad de Campillos".