Ya casi no recordaba lo que era ir solo a una prueba. Llevaba meses disfrutando de compartir los "previos" a las competiciones con Teresa. No sé si gustosa o resignada, me ha acompañado todos los domingos, ayudandome con la mochila, haciendo el repotarje fotográfico de rigor, aplaudiendo y animando a todos los del club, y resaltando lo positivo cuando mi moral se resentía ante un mal resultado. No es extraño que el domingo amaneciera con menos ilusión por la carrera. Son los daños colaterales de tener una novia opositora jajaja.
Aún así, seguí el ritual habitual al pie de la letra. Comprobar que llevo la mochila completita, cumplir con el plan de "evacuación", desayuno madrugador en un bar cerquita de la autovia y trayecto animado con musiquita de la buena (último disco de last days of april, en esta ocasión).
A pesar del ambientazo que se respiraba en los alrededores, no encontré ninguna dificultad para aparcar a menos de 50 mts de la salida. Perfecto! Recogida de dorsal, preparación de la equipación y estiramientos con Inma (la mejor monitora de natación del mundo jajaja, es del club).
Mujeres y hombres toman la salida separados por 5 minutos. ¿Seré capaz de pillar a alguna los primeros 5.000?
Salgo reservón pero sin perder de vista las camisetas más rápidas del Málaga 99. Poco a poco esas camisetas se van alejando pero no me siento mal, de hecho creo que estoy corriendo rápido. Poco después alcanzo y adelanto a Dani-hijo, el mega-cadete con cuerpo de deportista de élite. Eso me sirve de motivación para hacer mi mejor 5.000 (3:59).
La transición me pareció algo lenta pero segura. Sabía que tenía que espabilar si no quería enfrentarme al tramo en bicicleta con el peor compañero que uno puede esperar "El Dios Eolo". Vaya ventolera en contra durante la ida a Cajiz. Insoportable y durísimo. Pierdo el grupo bueno y sobrevivo, sin dar relevos, en un grupete de 5 duatletas.
Tras el cruce hacia Cajiz, la carretera cambia y, del llano ventoso, pasamos a afrontar 3 km. de subida rompepiernas que, en contra de lo esperado, se me dan muy bien y me permiten ganar posiciones. Llegamos a la gasolinera y vuelta por donde hemos venido... Eso sí, ahora llevamos el aire como motor de cola. A volar alcanzando una media de 45 km/h en ese trayecto.
Una nueva transición lenta... no es lo habitual... y a correr el último tramo. Confiado en que normalmente consigo un buen ritmo y gano varias posiciones en los 2.5 km finales, me llevó un sorpresón, negativo, al ver que no voy... no hay gasolina y no tengo cambio de ritmo. Sólo le gano posiciones a las féminas y a falta de 500 mts. llega un chico al que no le aguanto el tirón. No me gusta que me esprinten al final, especialmente cuando pierdo, pero el chaval llega a meta y tiene un bonito detalle al esperar para saludarme. Cuando veo los parciales descubro que no he corrido tan mal al final, he ido rápido a pesar de las malas sensaciones (4:18).
Posición 89º
1 h. 13 min. 55 seg.
1 h. 13 min. 55 seg.
Sabor agridulce. Una carrera fuera de lo que es mi guión habitual Y que me ha tenido una semana bajo mínimos. Es buen momento para unas sesiones de descarga y empezar a pensar seriamente en el Titan.